El sesgo de peso en el lugar de trabajo está bien documentado, con estudios que muestran que a las personas con obesidad se les paga y promueve menos en promedio que a sus colegas más delgados.
Según un estudio de Bloomberg, a las personas con sobrepeso se les contrata menos, se les asciende menos y se les paga menos. Un estudio sugiere que por cada seis libras que gana una mujer estadounidense promedio, su salario por hora cae un dos por ciento.
Lo llaman el "halo de salud", donde asumimos que las personas que parecen estar en buena forma física son personas trabajadoras y orientadas a objetivos; y que estas habilidades de gestión del tiempo pueden traducirse en negocios. Y resulta que la discriminación basada en el peso es totalmente legal.
La Ley de Estadounidenses con Discapacidades prohíbe la discriminación basada en impedimentos físicos, pero los jueces se han mostrado reacios a dictaminar que el peso debería considerarse uno de ellos.
Y este estudio no es nada nuevo...MIRA.